Supuesta verdad oficial.
Está claro que
solo existe una verdad, la “verdad oficial”. Da igual que los resultados
sobre la extensión de las infecciones contradigan esa verdad oficial, que distintos países
con diferentes medidas estén dando
resultados diferentes respecto a la velocidad de los
contagios.
Ahora,
quien se manifieste contra las medidas adoptadas
es rápidamente
estigmatizado, apartado, relegado,
señalado como un enemigo del pueblo por los medios de comunicación.
La mascarilla puede que nos proteja más
o menos, lo que sí es seguro es que protege a unos gobiernos contra la crítica. Es más que una
medida profiláctica,
es un símbolo de la mordaza que nos quieren imponer.
Vulneración de los principios básicos constitucionales.
Digan lo que digan, se vulneran algunos de los
principios básicos supuestamente consagrados en nuestra
Constitución, la libertad de opinión y la
libertad de reunión. Y el tema es preocupante por dos motivos:
- En
primer lugar, porque ya se está imponiendo una
“censura” de facto, no solo en las redes sociales, sino
a través de organismos oficiales.
Me sorprendió que hace dos días se anunciara que los
Colegios Oficiales
de Médicos están planteándose
expedientar a los facultativos que
expresen opiniones diferentes a la verdad oficial contra las medidas adoptadas por el gobierno, ¿de verdad no se puede disentir
desde el conocimiento razonando la posición adoptada?
- La segunda, el uso y abuso del término
“negacionista” en el que incluye a todo el mundo que exprese una
opinión contraria a la versión oficial.
Algunos diarios van más allá colgando otra etiqueta repulsiva a
los asistentes, son
“extrema derecha” (El País) o
"Neonazis", supongo que la afirmación se basa
en una encuesta entre los asistentes sobre su ideología política. De otra forma, no entiendo esta afirmación sino como
una mera
difamación ideológica.
La mayoría no estamos negando la existencia de un virus, estamos en contra de las medidas adoptadas donde no existen más que contradicciones.
Mascarillas "obligatorias
Acabo de llegar de El Algarve,
Portugal. Allí las
mascarillas solo eran
obligatorias en los
lugares cerrados.
Nadie por la calle, al aire libre, está obligado a llevarla. Un virólogo estadounidense afirmaba que la probabilidad
de contagio al aire libre era veinte veces inferior que en los lugares cerrados. El
índice de contagios en Portugal
es inferior al de España, por ejemplo. Países como Noruega o Dinamarca tampoco imponen el uso de mascarillas,
por ejemplo, luego existen dudas más que razonables sobre la eficacia de algo que, incluso, puede ser contraproducente según algunos médicos.
Manifestación de Berlin 30-08-2020
Muchos de los miles de manifestantes de
Berlín no están negando la existencia del virus, están
en contra de las medidas que
supuestamente frenan el virus y que significan
confinamiento
y la condena al
silencio. Cuando la pandemia estaba en su pico,
no eran necesarias las mascarillas. Ahora resulta que son obligatorias. No están permitidas reuniones de más de 10 personas,
pero mandamos a nuestros hijos al colegio. O las reuniones son fiables con las debidas medidas de seguridad, o no lo son,
pero no se pueden enviar mensajes contradictorios que solo
generan ansiedad y miedo. Y todo esto con un
Gobierno de vacaciones
convocando reuniones una semana antes de la vuelta al colegio. ¿Podemos enviar a nuestros hijos al colegio y amenazar a la vez con un nuevo confinamiento?
Ruina y muerte
Tengo algo muy claro, la ruina que tenemos encima va a provocar más
muertes que el tan temido virus. Pero
esas muertes no van a ser
contabilizadas en los noticiarios porque serán silenciadas. Aún conservo en la retina las imágenes de la última crisis económica
-hambre, desahucios y suicidios-. Hay una pregunta que es obligada,
¿dónde nos quieren llevar? Y lo más grave: hemos sido
traicionados
por organismos internacionales como
la OMS que ocultó datos que podrían haber salvado miles de vidas, hemos sido traicionados por
un Gobierno que seguía las indicaciones de un Comité de Expertos que nunca existió. Con esta perspectiva, quien no se cuestione qué
está pasando sufre de ANESTESÍA MENTAL.